Nunca tuve tiempo de ser niña. Tampoco aprovechare mi adolescencia.
Ahora ya estoy perdida. ¿Porque no seguir el proyecto que hace dos años (con 13) empece?
Camino siempre pensando, en ocasiones algunas lagrimas se resbalan por mis mejillas, me oculto, no quiero que sepan de mi dolor. Siento miedo...
Le he prometido a Ana seguirla, pero mis padres impiden que me salte una sola comida. Me conocen..
Se que es triste que haya vendido mi alma.. él quiso devolver mi alegría, pero no le deje. Nunca se rinde.. Le prometí solucionar mis problemas. No puedo..